Vía oral: se produce cuando la forma farmacéutica es un comprimido, cápsula, gotas, etc. La absorción se produce en el estómago (drogas ácidas, por ejemplo la aspirina) o intestino (drogas básicas, por ejemplo, ibuprofeno), la droga sufre el efecto del primer paso hepático (primera metabolización).
Vía sublingual: se deposita la droga debajo de la lengua como comprimido, generalmente, entrando directamente al torrente de la vena cava y al corazón. Se evita el primer paso hepático. Es una vía que se utiliza en crisis anginosas, por ejemplo con mono- o di-nitrato de isosorbide, cuando se necesita un efecto rápido.
Vía rectal: se utiliza con supositorios, es incómoda, lenta y de absorción incompleta. Se evita el primer paso hepático. Se usa como vía alternativa a la oral cuando el paciente tiene vómitos, inconscientes o quirúrgicos.
Vías de administración parenterales
Vía intravenosa:
Es de acción rápida y no sufre efecto del primer paso hepático. es de elección en situaciones agudas. Sus riesgos son que pueden producir embolias, infecciones o reacciones alérgicas difícilmente controlables.
Vía intramuscular:
Se utiliza cuando los fármacos son degradados por vía oral o mal absorbidos. Es una absorción rápida aunque no tanto como las intravenosas, gracias a la vascularización de los músculos.
Vía subcutánea:
Vía subcutánea: la absorción es más lenta porque tiene menor irrigación que la vía intramuscular. Forma un reservorio que libera la droga lentamente. Muchas vacunas se aplican por vía subcutánea.
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