Los sueros se obtienen a partir de los anticuerpos de seres humanos o animales, se administran por vía parenteral produciendo inmunidad inmediata y de corta duración frente a determinadas enfermedades infecciosas.
Se utilizan por ejemplo, ante la picadura de una serpiente venenosa. Se pueden dividir en sueros heterólogos y homólogos. Los sueros heterólogos son los preparados por inmunización activa a partir de, generalmente, caballos, con antígenos específicos asociados con adyuvantes
Por su parte, los sueros homólogos son sueros de humanos con anticuerpos específicos. No producen hipersensibilidad y dan una inmunidad pasiva de mayor duración.
Además, se utilizan, frecuentemente, los preparados concentrados de las fracciones de inmunoglobulina, que son concentrados de los anticuerpos y se administran en pequeño volumen. Éstas se pueden preparar a partir de diversos individuos o de sangre placentaria.
Su vida media es de 24 días y se administran por vía intramuscular, debido a que en la mayoría de los preparados se forman agregados que pueden causar fiebre y problemas cardiovasculares graves si se administraran por vía intravenosa. Su administración repetida puede llegar a producir sensibilización y alergias de diferente índole.
Se conocen dos tipos de inmunoglobulinas:
– Las específicas: obtenidas a partir de donantes inmunizados seleccionados y
– Las no específicas: obtenidas a partir de una mezcla no seleccionada.
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