Los ataques de pánico pueden darse en cualquier momento y lugar. Estos ataques pueden darse con una frecuencia de tres o cuatro veces anuales hasta llegar a que la persona los sufra entre tres y cuatro veces diarias.
Se estima que en unos años una de cada veinte personas sufrirá de este tipo de trastorno en algún momento de su vida. Por lo general, la edad promedio es a partir de los 20 años.
Que se siente
La persona que sufre de este tipo de problema se siente aterrorizada súbitamente y sin razón alguna aparente y experimenta síntomas en su cuerpo muy intensos, por ejemplo taquicardia, dificultad para respirar correctamente, hiperventilación pulmonar, mareos y temblores. Su nivel de ansiedad aumenta sin ningún tipo de razón sienten náuseas y dolor estomacal.
Estos ataques no duran por mucho tiempo, suelen durar menos de 10 minutos, pero al ser tan intensos la persona que los sufre los percibe como de muy larga duración.
Por lo general, el paciente afectado se siente en peligro de muerte y se le hace necesario escapar de ese lugar o de la situación que desencadenó el ataque.
Muchas veces, los ataques de pánico se pueden llegar a confundir con ataques cardíacos o pre infartos, por lo que la persona afectada se dirige al hospital para que le realicen las pruebas adecuadas. Al no obtener un diagnóstico sobre problemas cardíacos, los profesionales intentan explicarle al paciente que no se encuentra en ningún peligro, pero esto resulta contraproducente y puede llegar a afectarlo aun más.
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