La septicemia es una infección generada por la multiplicación exagerada de bacterias en el torrente sanguíneo y, generalmente, provoca infecciones donde se compromete la vida del paciente si no se trata rápido y efectivamente.
La mayoría de las veces, se inicia en una infección local mal tratada o que no se trata y luego pasa a la sangre, por ejemplo cuando se desarrolla una infección urinaria, diabetes, diferentes golpes fuertes o traumatismos, cáncer, etc. y aparece repentinamente Las bacterias más frecuentes que causan septicemia son los estafilococos, estreptococos y cocobacilos.
Existen 3 tipos de septicemia:
- De origen venoso: por una infección mal tratada o no tratada
- De la piel
- De las mucosas o vísceras.
Los síntomas clínicos pueden ser:
- Fiebre alta continua o baja y escalofríos
- Dolor óseo, articular y debilidad generalizada
- Erupción cutánea (como manchas) e ictericia
- Problemas respiratorios y frecuencia cardíaca alta
- Presión arterial baja
- shock anafiláctico
- Entre otros
El tratamiento se basa en la internación de la persona afectada, administrándole por perfusión intravenosa (es la inyección lenta y continua de los antibióticos) varios antibióticos en altas dosis, durante 15 días, aproximadamente. El índice de mortalidad de esta enfermedad es muy elevado. Se puede administrar, también por vía intravenosa hemoderivados para ayudar a la coagulación.
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