La pancreatitis es la inflamación del páncreas, que es una glándula en forma de cono que está detrás del estómago y produce las hormonas insulina, glucagón y enzimas digestivas que ayudan a digerir y absorber los alimentos.
Hay diferentes tipos de pancreatitis, la aguda y la crónica. La pancreatitis aguda se resuelve con el tratamiento correcto, sin dejar secuelas. El 80 % de los casos es debido al alcoholismo y enfermedades relacionadas con las vías biliares y el 20% que queda puede ser causada por drogas o infecciones, entre otros motivos. Generalmente se repite, transformándose con los años en crónica.
Por su parte, la pancreatitis crónica produce un daño persistente. En la mayoría de los casos es provocada por el alcoholismo.
La pancreatitis es una activación masiva de enzimas pancreáticas, matando al propio tejido y produciendo hemorragia alrededor del mismo.
Los síntomas típicos pueden ser:
- Náuseas, vómitos, dolor abdominal
- Escalofrío, fiebre, sudoración
- Piel fría y húmeda
- Deposiciones grasosas
- Pérdida de peso y debilidad
El tratamiento aplicado para estos casos consiste en:
- Analgésicos (AINES, por ejemplo ibuprofeno)
- Hidratación y alimentación del paciente vía intravenosa (IV)
- Suspensión de la ingesta de alimentos o de líquidos por vía oral para limitar la actividad del páncreas.
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