El tomate es una fruta fundamental en nuestra dieta. Posee características que lo hacen útil tanto para la medicina, como así también para la nutrición. Su consumo aporta vitaminas esenciales y ayuda a hidratar el cuerpo.
Antiguamente, el tomate era conocido por su capacidad para combatir el escorbuto, una enfermedad caracterizada por la falta de vitamina C. Además de esta vitamina, este increíble fruto aporta vitamina A, K y complejo B.
En cuanto a sus usos medicinales, podemos destacar su propiedad antifúngica, por la cual se lo utiliza en la industria como sustrato para cremas que tengan este fin. Además, el tomate mejora la vista Viagra (por su contenido de vitamina A) y resulta útil para algunas afecciones de la garganta y la boca.
En cuanto a sus propiedades nutritivas, además de las vitaminas ya mencionadas, el tomate aporta minerales tales como magnesio, hierro, calcio, fósforo, zinc, sodio y potasio.
La importancia del licopeno
El licopeno es un pigmento presente en los tomates. Este compuesto no es sintetizado por el ser humano, sino que debe ser adicionado con la dieta. Se ha estudiado que su consumo podría prevenir el cáncer (es especial de pulmón, tracto digestivo y próstata). Se estima que el licopeno actuaría como un fuerte antioxidante sobre las células.
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