El estrés es un estado de cansancio físico y mental que se puede dar por una situación vivida o pensamiento que haga sentir frustración, malestar o ansiedad. En “bajas dosis” es normal y ayuda a solucionar ciertos problemas o inconvenientes de la vida cotidiana.
No tiene los mismos síntomas en las personas. El estrés puede provocar dolor de cabeza, insomnio, cansancio, contracturas, dolor abdominal, sudoración excesiva, mareos, arritmias, temblores, sequedad de la boca, dificultad para tragar, orinar seguido y diarrea, entre los más comunes. El sentimiento de tristeza es el más visto en el curso de este estado
Algunas de las causas que pueden provocar estrés son los grandes cambios:
- mudarse
- cambiar de ocupación o de escuela
- contraer matrimonio o la ruptura del mismo
- enfermedades propias o de algún ser querido
Ningún ser humano es igual a otro, es decir, todos reaccionan diferente ante el mismo hecho. Partiendo de esta base, hay ciertos cambios que se pueden hacer en el día y día, que ayudan a aliviar la tensión: hacer una dieta saludable, dormir, descansar y hacer ejercicio físico (por ejemplo, caminar 30 minutos diarios), evitar el consumo excesivo de cafeína, alcohol o el consumo de cigarrillos. Practicar terapias alternativas como yoga o reiki que pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo.
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