Son aguas termales o mineromedicinales las que están formadas en el seno de la tierra y emergen espontáneamente a través de perforaciones en la tierra, y que pueden ejercer efectos terapéuticos debido a sus características físicas y/o químicas.
Los efectos medicinales de estas aguas son causadas por los minerales y gases que poseen. Su mineralización depende específicamente de la composición del terreno por el que circulan. Con frecuencia, las aguas termales contienen hierro, flúor, bromo, yodo, fósforo, cromo, sodio y azufre, entre otras sustancias.
Según su temperatura, se clasifican en:
- Aguas Hipertermales – Más de 45ºC
- Aguas Meso termales o calientes – De 35 – 45ºC
- Aguas Hipotermales o poco frías – De 21 – 35 ºC
- Aguas frías – Menos de 20 ºC
Cuando uno se expone a un baño termal, los minerales se absorben en pequeñas concentraciones por la piel y son depositados en el tejido celular subcutáneo, donde ejercen su acción, la activación del metabolismo.
Algunas de las acciones de las aguas termales sobre el cuerpo son:
- Estimular las defensas.
- Depurar la sangre.
- Mejorar la circulación.
- Acción analgésica y calmante para diferentes tipos de dolores.
- Reactivan el metabolismo retardado en reumáticos.
- Tonifican y reconstituyen los tejidos de la piel.
- Relajante de contracturas y rigideces, muy útil en tratamientos de rehabilitación.
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