La artritis reumatoidea es una enfermedad crónica, caracterizada por la inflamación de las articulaciones y los tejidos que las circundan. Además, si la enfermedad se complica, puede afectar a otros tejidos, como el pulmonar o el vascular.
La artritis reumatoidea es una de las tantas enfermedades autoinmunes. Esto significa que la enfermedad se produce por un ataque a las estructuras sanas, por parte del propio sistema inmune del cuerpo.
Si bien esta enfermedad puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida, existe una mayor prevalencia en mujeres de edad media.
Afecciones de la artritis reumatoidea
La artritis reumatoidea causa afecciones simétricas, es decir, que afecta a las mismas articulaciones tanto a la derecha, como a la izquierda.
Dentro de las articulaciones más afectadas se destacan las muñecas, las articulaciones de los dedos de las manos, los tobillos y las rodillas.
El inicio de la enfermedad es lento y se caracteriza por un leve dolor articular, fatiga y rigidez. Con el tiempo, la artritis reumatoidea puede causar pérdida de movimiento y deformidad articular.
Otros síntomas menos frecuentes son la pleuresía (dolor torácico durante la respiración), sequedad de boca y ojos, ardor y secreciones oculares y hormigueo o ardor en pies y manos.
La presencia de nódulos debajo de la piel, generalmente, indican una mayor gravedad del caso.
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