La dieta mediterránea, ideal para la buena salud cardíaca, contempla el uso de vegetales, legumbres, frutas y verduras, además de pescados, carnes, todos los derivados de la leche e incluye la realización de actividad física.
Una nutrición variada, como la que ofrece este tipo de dieta, permite que el organismo funcionar en forma saludable, ya que de esta manera se evitan enfermedades tales como la hipertensión, la diabetes e incluso hay menor riesgo de sufrir mal de Alzheimer o demencia senil.
Características de la dieta mediterránea
El aceite de oliva, los frutos secos, el vino tinto, las hortalizas, los cereales, las legumbres y las frutas son muy beneficiosos para la salud del corazón. Ahora bien, ¿por qué estos alimentos son de tanta utilidad? El aceite de oliva al ser abundante en grasas monoinsaturadas, resulta sumamente conveniente a la hora de prevenir la aparición de enfermedades del corazón como ser los infartos y el colesterol elevado. Los frutos secos son muy ricos en vitaminas y minerales que protegen todo el sistema cardiovascular debido a las grasas insaturadas que posee.
El pescado azul es sumamente rico en ácidos grasos Omega 3 que evitan que se formen coágulos sanguíneos, además consumir este tipo de carne ayuda a controlar la presión arterial y prevenir la aparición de arritmias. Consumir una pequeña cantidad de vino tinto durante las comidas reduce el riesgo de sufrir infartos, embolias y enfermedad vascular periférica. Las frutas y verduras, le brindan al organismo hidratos de carbono complejos, necesarios para una contar con una excelente salud cardíaca. Además es muy útil consumir pan integral o de trigo, garbanzos, naranjas, cebolla, ajo, uvas, y todos los derivados de la leche.
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